Escarificación
Este paso no es estrictamente necesario para que las semillas de uva germinen, pero permite acortar bastante el proceso si se realiza correctamente.
La escarificación consiste en debilitar la cubierta de la semilla, para que la humedad pueda entrar más rápidamente hasta el embrión que duerme en su interior, iniciándose el proceso de germinación.
Esto simula el paso de las semillas por el tracto digestivo de algún animal, ya que en la naturaleza, los animales se comen los frutos junto con las semillas. Los ácidos digestivos deterioran la cubierta de la semilla, favoreciendo su germinación.
Se puede realizar de diversas maneras, pero una de las más sencillas es raspar ligeramente la superficie de las semillas con un papel de lija, navaja, lima, etc.
Es importante que sea solo la capa más externa ―sin llegar al embrión―, y no hace falta que se haga en toda la superficie, basta solo con lijar un lado.
Estratificación
Las semillas de uva no suelen germinar hasta tiempo después de haberlas sacado de los frutos. Esto es así porque en la naturaleza las uvas maduran en otoño, y si las semillas germinaran en esa época, el frío del invierno mataría las jóvenes plantas.
Es por esto que se echan una "siesta fría" durante en invierno, y con la llegada de las temperaturas más cálidas de la primavera, ya sí pueden germinar sin problemas.
En otras palabras, hay que simular el paso del invierno para hacer creer a la semilla que ya lo ha superado, sino permanecerá adormecida en lo que se conoce como latencia.
Para ello, se ponen las semillas entre dos servilletas humedecidas y se introducen en el frigorífico por al menos 1 mes (todo esto lo verás paso a paso en el vídeo)
Pre-germinación
Una vez pasada la etapa fría, la semilla habrá salido de la latencia y podrá germinar, pero para ello las condiciones ahora deben ser algo diferentes.
Se sacan las semillas del frigorífico y se revisan, por si alguna ya estuviera germinando. Si es así, se pone directamente en un semillero con sustrato, si no, se dejan entre las servilletas húmedas, pero se ponen e un lugar cálido (más de 20℃)
Las nuevas condiciones cálidas, harán que las semillas comiencen a germinar a los pocos días, por lo que habrá que revisarlas diariamente. De nuevo, las que hayan empezado a germinar se pasan a macetas.
No hace falta enterrarlas mucho en la tierra ―no más de 5 mm―, ya que así tendrán menos dificultades para emerger del sustrato y comenzar a desarrollarse ya como plantas de parra o vid.
Como ves, aunque el proceso tiene varios pasos, es sencillo, y por si no fuera suficiente, aquí abajo tienes un vídeo en el que se explica todo paso a paso, excepto algunas cosas opcionales que ya mencionamos (lavado con agua oxigenada y escarificación)
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